A lo largo de nuestra vida, prácticamente todos vamos a sufrir molestias o dolor en la espalda o en el cuello. Nuestra actividad cotidiana y el estilo de vida actual, hacen que seamos propensos a sufrir contracturas o sobrecargas musculares. Muchos de nosotros, además, vamos a padecer lesiones de mayor importancia en la columna.
Más allá del ritmo de vida tan estresante que llevamos, el no hacer ejercicio es un elemento importante que predispone a que aparezcan estas molestias o dolor de cuello y espalda. Por lo general, muchos de los trabajos actuales conllevan poca actividad física. Y los que si lo hacen, generan problemas por los esfuerzos o las posiciones mantenidas que requieren.
¿Cómo podemos solucionar o prevenir estas molestias tan comunes?
MEDIANTE EL EJERCICIO
La actividad física previene y mejora el dolor ¡Así de sencillo!
Mantener los músculos fuertes hace que estos soporten mejor las cargas a las que los sometemos, da estabilidad a nuestra columna y no se cansan tan rápidamente.
Afortunadamente, cada vez más personas sabemos la importancia de mantenerse activo para mejorar todos los aspectos de nuestra vida. Pero, desgraciadamente, no pocas personas siguen acudiendo a medicamentos y/o diferentes tratamientos para mejorar. El hecho de entender la medicina como algo pasivo, algo que nos ayuda sin tener que hacer nada, salvo esperar resultados, hace que no veamos la importancia del movimiento. Lo que debemos preguntarnos es ¿qué puedo hacer yo para prevenir y mejorar? y no, ¿qué puedo tomar yo para mejorar?
Nuestra experiencia con el dolor de espalda.
Como fisioterapeutas, en el día a día de nuestra clínica, tratamos y atendemos a un elevado número de pacientes con dolor de espalda. Un alto porcentaje de las personas que acuden a nuestra consulta, lo hacen para aliviar sus molestias cervicales y/o lumbares. Tanto las cervicalgias como las lumbalgias, son el pan nuestro de cada día.
A nivel cervical, la mayoría de pacientes acuden por dolor en trapecios, hombros, cuello; por sufrir mareos, dolor de cabeza, o incluso dolor que se irradia hacia el brazo. Los tratamos de manera pasiva, mediante masajes, movilizaciones, diatermia, punción seca o manipulaciones osteopáticas.
Los pacientes que acuden por dolor lumbar, suelen hacerlo por problemas agudos (algún esfuerzo que les ha provocado dolor importante), o por problemas crónicos. Llevan años con molestias lumbares, y en la mayoría de casos, sin patologías que puedan explicarlo.
Pues bien, para todo tipo de pacientes con problemas cervicales o lumbares, lo que aporta un mejor resultado a medio-largo plazo es el ejercicio. A corto plazo podemos aliviar mucho los síntomas de estos pacientes, pero si no se complementa con un programa de ejercicio, al cabo de muy pocas semanas, los síntomas vuelven. Seguro que alguno de vosotros se siente identificado.
¿Quieres ganar calidad de vida y olvidarte de esas molestias que te hacen la vida un poco más difícil?
Pues… ¡¡MUÉVETE!!
En ejercicioparalaespalda.com vas a encontrar un programa de ejercicio para mejorar la salud de tu espalda. El objetivo es aumentar la capacidad de tu columna para afrontar los retos que nos propone nuestra vida cotidiana.
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