Espondiloartrosis significa artrosis de columna. Esta artrosis de nuestra columna es un proceso degenerativo normal de las vértebras y otras estructuras que la componen. Se puede dar en cualquier zona de la columna, ya sea a nivel cervical, dorsal y/o lumbar.
Artrosis
Con el paso de los años, nuestra columna empieza a sufrir cierto desgaste, cierta degeneración. A nivel de discos vertebrales, se produce una deshidratación que provoca pérdida de volumen de los mismos. Este disco disminuye de tamaño, por lo que disminuye la separación entre las vértebras. Esto genera pérdida de movilidad entre ellas, con lo que sentiremos más rigidez y dificultad a la hora de realizar los movimientos. Otras articulaciones de la columna también sufrirán este desgaste, generando también dolor.
Igual que puede ocurrir en la rodilla o en la cadera, el cartílago articular de las articulaciones de la columna se desgasta. Va perdiendo espesor y aparecen ciertas deformidades que hacen que el rozamiento entre los huesos no sea el correcto. A nivel de la columna, además del dolor de cuello o espalda que causa, también puede comprometer los nervios que salen de ella, siendo la artrosis un posible causante de dolores irradiados a piernas o brazos.
Tratamientos para la espondiloartrosis
En la artrosis de rodilla o cadera, el tratamiento médico habitual suele ser la infiltración de la articulación con determinados medicamentos. Pero en el peor de los casos, pueden llegara operar para instalar una prótesis. El tratamiento de estas lesiones con fisioterapia suele dar unos resultados bastante buenos. El hecho de fortalecer la musculatura aporta estabilidad a la articulación, y con ello, la mejora del dolor provocado por la espondiloartrosis. El objetivo principal del ejercicio (en este caso de espalda) es dar estabilidad a la columna, y que no sean las articulaciones y ligamentos las que tengan que hacer todo el trabajo. Aumentar la capacidad del músculo para soportar las cargas del día a día será la base para nuestra recuperación.
Si por el contrario, como suele ser habitual, por miedo al dolor evitamos movernos, hacer deporte, cargar peso o realizar cualquier actividad que antes sí que hacíamos, lo que estaremos consiguiendo será aumentar el problema. Lo que debemos hacer es prepararnos bien para poder hacerlos. Debemos activar y poner en marcha músculos que no se activan habitualmente, y deberemos aprender cómo coger un peso, o cómo deber ser nuestra postura para evitar el dolor. Ese será nuestro trabajo con ejercicioparalaespalda. Darte todas esas herramientas imprescindibles para mejorar tu dolor, y con ello tu calidad de vida.
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